sábado, 4 de mayo de 2013

Maqueta desesperante.

Contemplando la primera maqueta.
Nos hemos referido en entradas anteriores a nuestras maquetas del árbol como "intentos frustrados" o "aberraciones" que ni siquiera merecía la pena mostrar. La verdad es que finalmente, no estamos montando el árbol basándonos en ellas, pero el tiempo que empleamos en hacerlas (que no fue poco) tampoco estuvo perdido del todo, pues nos sirvió para saber qué era lo que no podíamos hacer, lo que quedaba mal o lo que no era viable por ser demasiado complicado.

Primero, comenzamos una maqueta con palos que había en el aula, de los empleados en los pinchos morunos, pero la dejamos a medias cuando supimos que haríamos el real con tubos de cartón porque decidimos  buscar material lo más parecido posible. La primera maqueta seria la empezamos a montar en casa de una de nosotras con canutillos de encuadernación reutilizados. Al principio, decidimos olvidar los bocetos para probar e improvisar sobre la marcha. 

Pensando cómo mejorar la primera maqueta.
Como se puede ver en las fotos, nuestras caras no es que sean de máxima satisfacción. Aún así, como llevábamos toda la tarde con la maqueta, decidimos dejarlo. No sabíamos cómo simular las uniones entre tubos porque no sabíamos como unirlas en el árbol real y porque los canutos eran muy duros y no teníamos con qué perforarlos en ese momento, así que pensamos que lo mejor sería dejarlo por ese día porque estabamos ya un poco saturadas y no salía nada.

La próxima vez que quedamos, una de nosotras apareció con dos tubos de pvc de casi 4 metros cada uno, un montón de herramientas para cortarlos y perforarlos, y alambre. Era lo más parecido que había encontrado a los tubos de cartón que teníamos, por un precio razonable. Nos pusimos a cortarlos y a montar la maqueta, calculando las medidas a escala 1:5, según las que teníamos en el boceto que más nos gustaba. El resultado fue mejor pero, aún así, tampoco estamos montando el árbol real según esta maqueta, puesto que necesitábamos empalmar tubos para conseguir la longitud planeada y finalmente decidimos no arriesgarnos por miedo a que pudieran desprenderse y hacer mucho daño a alguien que pase por debajo, como ya indicamos en otra entrada. Esta fue la segunda maqueta, ya parece otra cosa, ¿verdad?:

Vista de una parte desde debajo.


Segunda maqueta terminada.

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