Con los ojos de un niño se ve una cosa; con los de un adulto, otra. Eso es lo que ocurre con el último anuncio publicitario de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), en el que dependiendo de la altura desde la que sea observado, se puede ver una u otra imagen.
Esto lo han conseguido gracias a la tecnología 3D llamada impresión lenticular, que produce imágenes con una ilusión de profundidad, pudiendo mover o cambiar la imagen dependiendo del punto y ángulo de visión (es la que utiliza la nintendo 3DS). El resultado, algunas lineas que sólo pueden leer los niños, en una marquesina.
Esto lo han conseguido gracias a la tecnología 3D llamada impresión lenticular, que produce imágenes con una ilusión de profundidad, pudiendo mover o cambiar la imagen dependiendo del punto y ángulo de visión (es la que utiliza la nintendo 3DS). El resultado, algunas lineas que sólo pueden leer los niños, en una marquesina.
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| Eslogan del anuncio que se ve desde cualquier perspectiva. |
Esta fundación, que ofrece un teléfono de ayuda a los niños que sufren este infierno, comenzó esta campaña con motivo del pasado día contra el maltrato infantil (25 de mayo), gracias a una agencia de publicidad que se ofreció para hacerlo gratis. Ellos idearon ese anuncio, que fue colocado en cinco ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Vigo. Os dejo el video en el que se explica cómo funcionan y el mensaje que llevan a cada destinatario:
No podemos negar que el anuncio es curioso; por algo el video se ha convertido en viral en internet, con una gran cantidad de visitas desde todas partes del mundo. Aquí vemos una vez más el poder de la imagen en la publicidad, aunque esta vez no sea para tratar de vender algo sino para ofrecer ayuda. Y, aparte de la tecnología 3D para transmitir ese mensaje de forma selectiva, podemos observar la composición del cartel, la cara de ese niño sobre el fondo blanco, que casi seguro nos hará fijar la vista en anuncio, al menos por un momento, pero sobre todo se la hará fijar a los más pequeños que puedan verse identificados en la imagen que ellos ven.
Pero, ¿realmente esto servirá para algo? Yo me lo he preguntado y en respuesta me he encontrado que la Fundación ANAR recibió el año pasado 324.643 llamadas de niños. Así que sí; seguro que de esta forma la ayuda estará a disposición de más de ellos que, probablemente, no sepan a quién acudir y quizás puedan encontrar aquí un poquito de esperanza e incluso poner fin a su pesadilla. Y esto, como ya he dicho, gracias a la fuerza de la publicidad, a la fuerza de la imagen.
Ana.
Fuentes y sus links:
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